Separamos algunos consejos para ayudar nuestros clientes y amigos a afrontar una crisis económica.
Ser empresario cuando la coyuntura es favorable a los negocios puede ser complejo, porque emprender requiere muchas visiones y responsabilidades. Pero serlo cuando se afrontan crisis importantes puede ser extremamente difícil. Hoy estamos viviendo una crisis en la salud y en la economía por el COVID-19, e por eso es importante enfocarnos en cómo solucionar nuestros problemas con tranquilidad y expertise.
Las personas que tienen más experiencia saben mucho sobre las crisis. En décadas pasadas las empresas estaban preparadas para afrontar periódicamente coyunturas a la baja. Pero estos “expertos” están en su mayoría jubilados.
En las últimas décadas, las economías han estabilizado mejor su crecimiento ahuyentando eficazmente las tensiones inflacionistas (pese a alzas de materias primas, petróleo, etc.), las empresas, los empresarios, los profesionales de los negocios parecen estar mucho menos acostumbrados a gestionar las crisis. Pero ¿cómo gestionar una crisis?
1. Posicionar a la empresa
En las crisis no todo es malo. Las crisis sirven para posicionar de forma destacada en el mercado a las empresas más competitivas y sólidas. Las crisis clarifican los mercados y hacen desaparecer empresas no competitivas, propiciando la captación de mayores cuotas en el mercado, mejorando su posicionamiento. Saber aprovechar estas ventajas es fundamental.
2. Planificar la crisis
Quizás es más placentero hacer previsiones en épocas de vacas gordas, pero hacerlo en épocas de vacas flacas es igualmente importante y estratégico. En la planificación de una crisis hay que tener claro algunos factores:
- Escenarios posibles: Duración, intensidad, impactos, capacidad de la empresa (como la situación y los recursos) para afrontar la crisis.
- Variables clave en la crisis: crédito, ventas, costes, situación financiera, patrimonial…
- Alternativas de actuación: Esto es, estrategias de actuación en función de los escenarios y de comportamiento de las variables que tendrán una incidencia importante en la crisis en cuestión.
3. Ensaye innovaciones de bajo costo
Si siempre es buen momento para incrementar la productividad y competitividad de sus productos, hágalo ahora con mucho mayor énfasis. Sus clientes también viven la crisis, ayúdeles. Intente bajar los precios disminuyendo costos, establezca fórmulas que permitan la adquisición con garantías de pagos aplazados (minimizando riesgos), fomente las virtudes de su producto o servicio en el propio entorno de crisis. Concentre sus mejores talentos en la competitividad del producto y el ahorro de costos.
4. Afronte las crisis desde estructuras muy flexibles
La flexibilidad de las estructuras en la empresa le permitirá afrontar con ventaja la instrumentación de determinadas respuestas que pueden ser decisivas en épocas de crisis: cambios en el tipo de productos (más baratos o con otras características, más duraderos). ajustes en plantilla, externalización de servicios, cambios en los destinos de mercado, cambios tecnológicos y otros inputs.
5. Introduzca la inteligencia en sus negociaciones.
Negociar bien es siempre importante. Pero negociar bien en épocas de crisis es absolutamente fundamental y quizás decisivo. Introduzca la inteligencia en la negociación. Haga de la capacidad de negociar uno de los puntos fuertes de la empresa. Lo tendrá que hacer con los bancos, los proveedores, clientes, empleados…
Al respecto:
- Infunda al máximo confianza y solidez en su entorno (empleados, bancos, clientes…). Demuestre que está preparado para afrontar con éxito los peores escenarios de la crisis y que incluso podrá sacarle el máximo partido a la crisis.
- Fomente un espíritu positivo ante la crisis y un sentido de responsabilidad y sacrificio a las personas que le rodean, equipos directivos, personal de la empresa en general.
- Rodéese del talento de su empresa y estimúlelo. No deje que la crisis por muy fuerte que sea, inunde de pesimismo a sus equipos.